Cuando el electroimán está energizado y ambas piezas hacen contacto, se genera una fuerza de sujeción extremadamente alta que impide abrir la puerta.
Al cortar la energía desde el sistema de control de acceso, la cerradura se libera automáticamente, permitiendo el ingreso o egreso.
Este funcionamiento las convierte en la opción ideal para espacios que requieren salidas rápidas en caso de emergencia, como oficinas, cines, teatros, cafeterías, aeropuertos o laboratorios.
• Funcionan con cualquier control de acceso eléctrico o electrónico.
• No utilizan llaves.
• Sin desgastes, ya que no poseen partes móviles.
• Libres de mantenimiento.
• Ideales para lugares con alto nivel de tránsito de personas.
• Puertas antipánico
• Se pueden instalar en interiores o exteriores.